Señorita Rocío Monasterio. Sobre el debate en Telemadrid me resisto a dejar pasar la oportunidad de comentar que, si ustedes piensan que sobran diputados en la asamblea de Madrid y que sienten vergüenza por lo que ha visto allí, quizás sea porque piensa el ladrón que todo el mundo es de su misma condición. Y basándose en su propia experiencia, que ustedes se toquen las gónadas a dos manos en su labor parlamentaria, no quiere decir que los demás lo hagan. Quizás les tiene muy ocupados legalizar estudios de arquitectura y obras sin licencia o sin firmas autorizadas. No sé. Quizás escupir consignas fascistas, racistas, homófobas, supremacistas, y otras finas hierbas de la cosecha maniquea de la cofradía del pensamiento único, supongan un esfuerzo para sus raquíticas neuronas dignas de cualquier organismo unicelular. (Lo sé, los organismos unicelulares no tienen neuronas. Por eso)
Pero, su partido genera excremento político a tal velocidad, que la USS Discovery (Universo Star Trek) con su motor de esporas parece un triciclo. Así que les quede bien claro, aunque en su España solo caben los que piensan como ustedes. Yo no me largo. Ni me voy. Ni cerrare la puerta. Y los cartuchos en sobres, las amenazas, bravuconadas, las exhibiciones de dudoso honor fascistoide me las paso por el arco del triunfo. No voy a renunciar a la España plural y democrática en la que creo. Por ello el día 4 votaré por Madrid, solidario, multirracial, progresista, sostenible, social, innovador, justo, igualitario, trabajador. Por sus servicios públicos. Por nuestros sanitarios, educadores, policías, bomberos, guardias civiles, militares. Por los trabajadores de servicios de transporte, limpieza, comercio, y un larguísimo etcétera. Por nuestros mayores, los de las residencias o los que tenemos en casa, por los cuidadores, por los fallecidos por el COVID19. Por las mujeres que sufren maltrato o trata, por la infancia, por los migrantes y por los sintecho o viven en chabolas. Por los que no tienen empleo, por los que tienen en precario. Por los emprendedores que tan mal lo están pasando. El mejor homenaje no es pasearles una bandera ni aplaudirles. El mejor homenaje es darles los medios para construir una sociedad mejor, digna del siglo XXI para todos. Incluso para ustedes. El mejor homenaje es votar por Madrid.